Gina la Galleta y el Secreto del Bosque Susurrante

Por
Nattaly Garcia
Nattaly Garcia
18/11/2025INICIAL
En el reino de Dulcelandia, donde los ríos de chocolate fluían y los árboles daban caramelos, vivía
Inicio del Cuentito

Parte 1

En el reino de Dulcelandia, donde los ríos de chocolate fluían y los árboles daban caramelos, vivía una princesa muy especial llamada Gina. Pero Gina no era una princesa cualquiera. Su cabello era del color del cacao más rico, sus ojos brillaban como castañas dulces y su piel era tan oscura como la noche estrellada. Aunque era pequeña, su corazón era tan grande como el castillo en el que vivía. Lo más asombroso de Gina era su secreto: podía hablar con todos los animales, desde el más diminuto escarabajo hasta el majestuoso dragón que cuidaba las fronteras del reino. Este don la hacía diferente y muy querida por todas las criaturas del bosque. Un día soleado, mientras paseaba por los jardines del palacio, escuchó un leve murmullo proveniente del Bosque Susurrante, un lugar que todos evitaban por sus extraños sonidos. La curiosidad picó a Gina, y como siempre, su primer instinto fue hablar con alguien que pudiera darle una pista. Se acercó a un viejo y sabio búho posado en una rama alta. "Búho Sabio," comenzó Gina con su dulce voz, "¿qué secretos esconde el Bosque Susurrante?" El búho parpadeó lentamente y sus grandes ojos dorados se posaron en la princesa. "Princesa Gina," ululó con una voz grave y pausada, "el bosque guarda un antiguo secreto. Las flores que allí crecen han perdido su color, y con ellas, la alegría de las criaturas que dependen de ellas. Han sido tocadas por una sombra de tristeza." Gina frunció el ceño, preocupada. Las flores de Dulcelandia eran famosas por sus vibrantes colores y el aroma que llenaba el aire de felicidad. "¿Una sombra de tristeza?" preguntó. "¿Podemos hacer algo para ayudarles? No me gusta ver a nadie triste, ni a las flores ni a los animales." El búho asintió. "El problema radica en la falta de la 'Canción de la Alegría', una melodía mágica que las flores necesitan para florecer y brillar. Pero la fuente de esa canción, un pequeño colibrí llamado Brillo, ha perdido su voz al caer en la desolación del bosque. Quizás tú, princesa, con tu don especial, puedas encontrarlo y devolverle su alegría."

Con el corazón lleno de determinación, Gina se adentró en el Bosque Susurrante. El aire se volvió má
Desarrollo del Cuentito

Parte 2

Con el corazón lleno de determinación, Gina se adentró en el Bosque Susurrante. El aire se volvió más denso y los árboles, antes alegres y frondosos, parecían encorvados y sombríos. Los colores se desvanecían, dejando un paisaje monocromático. A su alrededor, pequeños conejos con las orejas caídas y ardillas que no saltaban de rama en rama la observaban con ojos tristes. Gina les dedicaba sonrisas amables, pero notaba la falta de chispa en sus miradas. Mientras avanzaba, escuchó un débil revoloteo. Era un pequeño pájaro, un gorrión con las plumas apagadas, que intentaba volar pero caía al suelo. "Oh, pobrecito," exclamó Gina, acercándose con cuidado. "¿Qué te ocurre?" El gorrión, sorprendido de que alguien le hablara con tanta amabilidad, susurró: "Mi canto... ya no me sale. La tristeza de este lugar me ha robado la melodía que solía compartir con mis amigos. Sin ella, nos sentimos solos y sin esperanza." Gina sintió una punzada de empatía. Entendió que no solo las flores, sino todas las criaturas del bosque, estaban sufriendo por la misma razón. Su don de hablar con los animales le permitía sentir la profundidad de su pena. "No te preocupes," le dijo Gina con voz reconfortante. "He venido a ayudar. Voy a buscar la causa de esta tristeza y a devolver la alegría a este lugar." Continuó su camino, guiada por los débiles lamentos y el silencio opresivo. Se detuvo junto a un arroyo cuyas aguas, antes cristalinas, ahora parecían turbias y lentas. Allí, escondido entre unas rocas cubiertas de musgo gris, vio a una pequeña criatura que intentaba emitir un sonido, pero solo salía un suspiro. Era un colibrí, con las alas inmóviles y los ojos cerrados.

Parte 3

Gina reconoció al colibrí al instante. ¡Era Brillo, el portador de la Canción de la Alegría! Se acercó con delicadeza y se arrodilló a su lado. "Brillo," susurró suavemente, "soy Gina. Sé que has perdido tu canción, pero yo puedo ayudarte. Los animales me han dicho que la alegría del bosque depende de ti." Los diminutos párpados de Brillo se abrieron lentamente. Al ver a la princesa, una chispa de reconocimiento, aunque débil, brilló en sus ojos. "Princesa Gina," logró musitar con una voz quebrada. "El peso de la tristeza del bosque ha sido tan grande que ha ahogado mi canto. Me siento vacío y solo." Gina posó una mano protectora cerca de él, sin tocarlo para no asustarlo. "Pero no estás solo, Brillo," dijo con dulzura. "Yo estoy aquí. Y sé que muchos otros animales te echan de menos y desean escuchar tu música. Tu canto no es solo tuyo; es un regalo para todos." Gina comenzó a hablarle sobre el reino, sobre las flores que esperaban sus notas para colorearse, sobre los pájaros que querían responderle con sus propias melodías, sobre la risa de los niños que se alimentaba de la alegría que él inspiraba. Poco a poco, mientras Gina hablaba con él, con su voz llena de compasión y esperanza, Brillo sintió un calorcito volver a su pequeño pecho. Las palabras de Gina eran como un bálsamo para su espíritu afligido. Entonces, Gina recordó las palabras del búho y decidió cantarle una canción sencilla y alegre que su madre le solía cantar. Cantó con toda la ternura de su corazón. Al escuchar la melodía, y sintiendo la presencia cálida y amable de Gina, Brillo se sintió comprendido y amado. Con un esfuerzo supremo, abrió el pico y una nota pura y cristalina resonó en el aire. La nota se multiplicó, se convirtió en una cascada de melodías alegres. Las flores empezaron a recuperar su color, los pájaros entonaron sus cantos en respuesta y los animales del bosque celebraron con júbilo. Gina aprendió que incluso en la mayor oscuridad, la bondad, la comprensión y la música de la amistad pueden devolver la luz y la esperanza.

Gina reconoció al colibrí al instante. ¡Era Brillo, el portador de la Canción de la Alegría! Se acer
Final del Cuentito

Fin ✨

Detalles del Cuentito

Protagonista:Gina La Galleta
Categoría:
Tipo de personaje:
Superpoder:
Estilo:

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