Los Tachos y la Carrera de las Estrellas Fugaces

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nelly alarcon tarazona
nelly alarcon tarazona
22/9/2025INICIAL
En la bulliciosa ciudad de Velocidonia vivía una niña llamada Los Tachos. Con su cabello tan negro c
Inicio del Cuentito

Parte 1

En la bulliciosa ciudad de Velocidonia vivía una niña llamada Los Tachos. Con su cabello tan negro como la noche y unos ojos del color del cielo despejado, Los Tachos era una niña especial. Su piel clara brillaba bajo el sol mientras corría por las calles, mucho más rápido que cualquiera de sus amigos. Su secreto era un superpoder increíble: ¡super velocidad! Nadie sabía cómo lo había obtenido, pero Los Tachos podía moverse tan rápido que apenas se la veía. Corría a la escuela en un abrir y cerrar de ojos, ayudaba a su mamá a hacer las compras en un instante y jugaba con sus amigos a ser un rayo de luz. Todos en Velocidonia admiraban su agilidad, pero a veces, Los Tachos se sentía un poco sola con su don. Un día, el alcalde anunció la Gran Carrera de las Estrellas Fugaces, una competencia anual donde los niños más rápidos de la ciudad competirían por la gloria. Los Tachos, aunque era la más veloz, dudaba en participar. Tenía miedo de destacar demasiado, de ser diferente. Sus pensamientos revoloteaban como mariposas nerviosas en su estómago. Su mejor amigo, Leo, un niño con pecas y una sonrisa contagiosa, la animó. "¡Los Tachos! ¡Tienes un don increíble! No puedes guardártelo para ti. ¡El mundo necesita ver tu luz!". Las palabras de Leo resonaron en el corazón de Los Tachos, dándole el coraje que necesitaba. Con una determinación renovada, Los Tachos decidió inscribirse en la carrera. Sabía que sería un desafío, pero estaba lista para enfrentar lo que viniera, con la ayuda de su velocidad y el apoyo de su amigo.

El día de la carrera llegó, y la plaza principal de Velocidonia estaba llena de expectación. Había n
Desarrollo del Cuentito

Parte 2

El día de la carrera llegó, y la plaza principal de Velocidonia estaba llena de expectación. Había niños de todas partes, con sus trajes deportivos y rostros llenos de emoción. El aire vibraba con energía mientras el alcalde daba el pistoletazo de salida. Los competidores salieron disparados, una explosión de color y movimiento. Los Tachos, al principio, corrió con cautela, intentando no dejar a todos muy atrás. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que su super velocidad era demasiado para mantenerla oculta. Un pequeño conejito asustado cruzó la pista justo delante de ella, y sin pensarlo dos veces, Los Tachos se desvió a una velocidad vertiginosa, esquivó al conejito y volvió a la carrera en un instante. Los espectadores jadearon al ver su increíble agilidad. Era como ver un borrón, un rayo de energía moviéndose a través de la pista. Otros corredores se quedaron boquiabiertos, incapaces de seguir su ritmo. Los Tachos, al ver las caras de asombro y admiración, sintió una chispa de orgullo recorrerla. Su super velocidad no era algo de lo que avergonzarse, sino un regalo. La usó para superar obstáculos, para mantener el equilibrio en giros cerrados y para cruzar la meta antes que nadie. El público estalló en aplausos y vítores mientras Los Tachos, exhausta pero feliz, levantaba los brazos en señal de victoria. Leo corrió hacia ella, con una gran sonrisa. "¡Lo lograste, Los Tachos! ¡Eres increíble!" La niña sonrió, sintiendo que su corazón latía con fuerza, no solo por la carrera, sino por haber aceptado quién era.

Parte 3

Después de la carrera, Los Tachos no solo ganó una medalla, sino algo mucho más valioso: la confianza en sí misma. Se dio cuenta de que sus diferencias no eran debilidades, sino fortalezas únicas. A partir de ese día, usó su super velocidad para ayudar a los demás de maneras inesperadas. Un día, un gato se quedó atrapado en un árbol muy alto. Los Tachos corrió hacia arriba y hacia abajo tan rápido que pareció que un torbellino de viento bajaba al gato sano y salvo. Otro día, una anciana perdió su bolso, y Los Tachos, corriendo por toda la ciudad, lo encontró en cuestión de minutos. Pronto, Los Tachos se convirtió en la heroína secreta de Velocidonia, una superheroína que no necesitaba capa ni máscara, solo su velocidad y un corazón dispuesto a ayudar. Los niños aprendieron de ella que ser diferente es ser especial, y que usar tus talentos para el bien es la mayor de las victorias. Sus aventuras inspiraron a otros niños a descubrir y abrazar sus propias habilidades únicas. Aprendieron que, al igual que Los Tachos, cada uno tiene algo especial que ofrecer al mundo. La velocidad de Los Tachos era solo una de las muchas maravillas que existían. Y así, en Velocidonia, Los Tachos demostró que la verdadera supervelocidad no está solo en moverte rápido, sino en usar esa rapidez para hacer el bien y ser tú mismo, con orgullo y alegría. La ciudad se sentía más segura y feliz gracias a su pequeña superheroína.

Después de la carrera, Los Tachos no solo ganó una medalla, sino algo mucho más valioso: la confianz
Final del Cuentito

Fin ✨

Detalles del Cuentito

Protagonista:Los Tachos
Categoría:
Tipo de personaje:
Superpoder:
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