Javier era un niño futbolista con cabello castaño y unos ojos que cambiaban de color como el arcoíris. Siempre jugaba en el parque con sus amigos, y tenía un superpoder muy especial: ¡super_inteligencia! Esto significaba que era muy bueno resolviendo problemas y pensando rápido en el campo de fútbol.
Un día, su equipo iba a jugar la gran final. Todos estaban nerviosos porque el equipo contrario era muy fuerte. Javier usó su super_inteligencia para crear una estrategia divertida: hacer pases cortos y moverse en zigzag. Él animó a sus amigos diciéndoles que juntos podían lograrlo si usaban sus ideas y trabajaban en equipo.
Gracias a la idea de Javier, su equipo jugó muy bien y se divirtieron mucho. Aunque no ganaron el primer lugar, todos aprendieron que pensar juntos es mejor y que cada uno puede aportar algo especial. Javier sonrió, sabiendo que su superpoder ayudó a sus amigos a no rendirse nunca.
Fin ✨