Luna y la Flor Brillante
Parte 1
Luna era una niña astronauta con cabello castaño y ojos celestes, cuya piel tenía un tono medio. Vivía en una estación espacial que orbitaba la Tierra, un lugar lleno de maravillas y estrellas centelleantes. Su color favorito era el morado, y a menudo decoraba su habitación con toques de lavanda y amatista. Luna no era una astronauta común; poseía un superpoder extraordinario: la habilidad de curar. Podía hacer que las plantas marchitas volvieran a la vida y aliviar pequeños dolores con solo tocar las cosas.
Parte 2
Un día, mientras Luna exploraba un nuevo planeta con extrañas formaciones rocosas y cielos de un color naranja vibrante, descubrió una flor que nadie había visto antes. La flor, de un hermoso tono morado intenso, estaba casi marchita y su brillo se estaba apagando. Luna sintió una punzada de tristeza al verla así. Sabía que debía usar su don para ayudar a esta criatura espacial única. Se acercó con cuidado, sus pequeños guantes de astronauta rozando los pétalos delicados.
Parte 3
Luna extendió su mano y colocó suavemente sus dedos sobre el tallo de la flor morada. Cerró los ojos, concentrando toda su energía sanadora. Un suave resplandor morado emanó de sus manos y envolvió a la flor. Lentamente, los pétalos se desplegaron, reviviendo con un brillo renovado. La flor brillaba ahora con una luz propia, más hermosa que nunca. Luna sonrió, feliz de haber podido ayudar. Aprendió que incluso en los lugares más lejanos, la bondad y el cuidado pueden hacer florecer la vida, y que compartir tus dones, por pequeños que parezcan, puede iluminar el universo.
Fin ✨
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