Zara era una ninja con un secreto asombroso: ¡podía volar! Con su cabello castaño ondeando al viento y sus ojos marrones llenos de determinación, se movía con gracia y sigilo por los tejados de la ciudad. Su piel clara brillaba bajo la luz de la luna mientras practicaba sus movimientos, sintiendo la libertad que le daba su increíble don. Los aldeanos la admiraban, pero pocos sabían de su habilidad especial, creyendo que era solo una mensajera veloz y ágil.
Una noche, una antigua leyenda cobró vida. Se decía que en la cima de la Montaña Nublada crecía una Flor Brillante, capaz de curar cualquier mal. El abuelo de Zara, el sabio anciano de la aldea, cayó gravemente enfermo, y la única esperanza era esa flor mística. Sin dudarlo, Zara se propuso la peligrosa misión. Sabía que su vuelo sería esencial para llegar a tiempo, atravesando valles oscuros y picos escarpados que ningún otro ninja podría conquistar.
Con un impulso poderoso, Zara se elevó hacia el cielo, sus alas invisibles llevándola más rápido de lo que cualquier ave podría. Voló a través de la tormenta, esquivando relámpagos y sintiendo la fuerza del viento en su rostro. Finalmente, llegó a la cima, donde encontró la Flor Brillante pulsando con una luz suave y cálida. La recogió con cuidado y regresó volando, llegando justo a tiempo para salvar a su abuelo. La aldea celebró la valentía de Zara, y aprendieron que la verdadera fuerza no solo reside en la habilidad, sino también en el amor y la voluntad de ayudar a quienes amamos.
Fin ✨