Pablo Picoso y el Jardín Encantado

Por
José Luis Demetrio Gálvez Velasco
José Luis Demetrio Gálvez Velasco
25/11/2025INICIAL
Pablo Picoso era un niño con una chispa especial en sus ojos marrones y un cabello negro tan rizado
Inicio del Cuentito

Parte 1

Pablo Picoso era un niño con una chispa especial en sus ojos marrones y un cabello negro tan rizado como un manojo de uvas. No era un niño cualquiera; Pablo tenía un secreto maravilloso: poseía el don de curar. Con solo tocar una planta marchita, esta revivía con colores vibrantes, y si un pajarito se hería un ala, Pablo con su suave caricia lo hacía volar de nuevo. Vivía en una casita acogedora al borde de un bosque misterioso, un lugar donde las historias parecían susurrar entre los árboles centenarios. Sus padres, que lo querían más que a nada en el mundo, lo animaban a usar su don para el bien, recordándole siempre la importancia de la bondad y la empatía. Pablo, con su piel clara y su corazón puro, estaba listo para cualquier aventura que el destino le tuviera preparada.

Un día, mientras paseaba por el bosque, Pablo escuchó un lamento tenue proveniente de lo profundo de
Desarrollo del Cuentito

Parte 2

Un día, mientras paseaba por el bosque, Pablo escuchó un lamento tenue proveniente de lo profundo de la maleza. Siguiendo el sonido con su corazón latiente, llegó a un claro donde encontró un jardín que parecía haber perdido toda su magia. Las flores estaban caídas, los árboles secos y el aire pesado de tristeza. En el centro, un pequeño duende, con la cara cubierta de lágrimas, explicaba que un hechizo oscuro había robado la vitalidad del jardín. "¡Oh, por favor, joven!", suplicó el duende, "¿Puedes ayudarnos? Sin la luz del jardín, nuestro hogar se desvanecerá.". Pablo, sintiendo la pena del duende y viendo la desolación del lugar, supo que su don era necesario. Respiró hondo y se comprometió a hacer todo lo posible para restaurar la belleza perdida.

Parte 3

Pablo comenzó su tarea con valentía. Primero, se acercó a un rosal quejumbroso cuyas espinas parecían llorar lágrimas de rocío amargo. Con sus manos cálidas, acarició cada tallo, murmurando palabras de aliento y esperanza. Poco a poco, las hojas del rosal comenzaron a enderezarse, las espinas se suavizaron y un capullo tímido empezó a hincharse, prometiendo una flor de un rojo intenso. Luego, se dirigió a un arce anciano cuyas ramas se extendían como brazos cansados. Pablo lo abrazó con todas sus fuerzas, compartiendo su energía curativa. El arce respondió, sus hojas grises tiñéndose de un verde esmeralda y su tronco pareció enderezarse, liberando una fragancia dulce al aire. Siguió así, planta tras planta, árbol tras árbol, infundiendo vida y color de vuelta al jardín. Finalmente, el jardín entero brillaba de nuevo, lleno de flores radiantes y árboles frondosos, un testimonio del poder del amor y la curación.

Pablo comenzó su tarea con valentía. Primero, se acercó a un rosal quejumbroso cuyas espinas parecía
Final del Cuentito

Fin ✨

Detalles del Cuentito

Protagonista:Pablo Picoso
Categoría:
Tipo de personaje:
Superpoder:
Estilo:

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