Rolo, el Niño Volador que Aprendió a Compartir

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Rolando Quenta Paño
Rolando Quenta Paño
20/9/2025INICIAL
En un pequeño y acogedor pueblo rodeado de colinas verdes y un río cantarín, vivía un niño llamado R
Inicio del Cuentito

Parte 1

En un pequeño y acogedor pueblo rodeado de colinas verdes y un río cantarín, vivía un niño llamado Rolo. Rolo no era un niño cualquiera; a pesar de su corta edad, poseía un secreto maravilloso: podía volar. Con su cabello castaño despeinado por el viento, sus ojos celeste brillantes como el cielo en un día soleado, y su piel clara salpicada de pecas, Rolo disfrutaba de su don en secreto. Se elevaba sobre los tejados de las casas, saludaba a los pájaros desde las nubes y sentía la libertad que solo el cielo podía ofrecerle. Su vuelo era ágil y seguro, y aunque sus padres sabían de su habilidad, le pedían que fuera discreto. 'Es un regalo especial, Rolo', le decía su mamá con una sonrisa, 'pero los regalos son más bonitos cuando se comparten de la manera correcta'. Rolo asentía, pero a menudo, la emoción de surcar los aires lo absorbía tanto que olvidaba las palabras de su madre. Prefería la soledad de las alturas, donde ningún juego de niños podía alcanzarlo, donde la gravedad no lo ataba. Un día soleado, mientras exploraba las cumbres de las montañas más altas, Rolo divisó a un grupo de niños jugando en el parque del pueblo. Estaban intentando alcanzar una cometa que se había quedado atrapada en la rama más alta de un árbol. Sus rostros mostraban frustración, y Rolo, desde su atalaya, sintió una punzada de envidia; él podría haber bajado la cometa en un instante, pero estaba demasiado lejos, y la tentación de seguir su vuelo solitario era fuerte. Observó cómo los niños intentaban de todo: trepaban, saltaban, se subían unos a otros, pero la cometa permanecía inalcanzable, un punto de color vibrante que se burlaba de sus esfuerzos. El viento juguetón la hacía danzar, pero ninguna mano lograba atraparla. Rolo, desde su altura, se sintió un poco triste por ellos, pero la emoción de descubrir una cascada oculta lo distrajo, y continuó su aventura aérea, dejando atrás las preocupaciones de los que estaban en tierra. Sin embargo, a medida que volaba, la imagen de los rostros decepcionados de los niños se repetía en su mente. A pesar de la belleza del paisaje, la sensación de alegría ya no era la misma. Algo en la experiencia solitaria no terminaba de satisfacerlo. Recordó las palabras de su madre sobre compartir, y por primera vez, comprendió que su superpoder podría ser algo más que un simple pasatiempo para él solo.

Decidido a hacer algo, Rolo descendió con un suave planeo hacia el parque. Los niños, al verlo apare
Desarrollo del Cuentito

Parte 2

Decidido a hacer algo, Rolo descendió con un suave planeo hacia el parque. Los niños, al verlo aparecer de repente como si surgiera de la nada, se quedaron boquiabiertos. '¡Wow! ¡Mira, Rolo está volando!', exclamó una niña de coletas. Rolo aterrizó con una sonrisa tímida, sintiendo sus mejillas sonrojadas por la atención. 'Hola a todos', dijo Rolo, su voz un poco temblorosa. 'Vi que tenían problemas con la cometa. ¿Les gustaría que los ayudara?' Los niños, tras superar el asombro inicial, asintieron con entusiasmo. Nunca habían visto a alguien volar tan de cerca. Rolo se elevó de nuevo, esta vez con un propósito claro. Con cuidado, se acercó a la rama y, con un suave movimiento de sus manos, liberó la cometa sin dañar el árbol. La cometa, libre de su prisión arbórea, descendió suavemente hacia los niños, quienes la recibieron con vítores y aplausos. Rolo bajó y la entregó a la niña que parecía más triste cuando estaba atrapada. Su rostro se iluminó con una sonrisa radiante, y los demás niños rodearon a Rolo, haciendo mil preguntas sobre cómo volaba y si podía enseñarles. Rolo se dio cuenta de que ver la alegría en los rostros de sus amigos era mucho más gratificante que cualquier vuelo solitario. Compartir su habilidad le había traído una felicidad diferente, una calidez que venía de ayudar a los demás. El aire alrededor de Rolo se sentía más ligero, no solo por su capacidad de volar, sino por la conexión que había forjado. Desde ese día, Rolo no dejó de volar, pero ahora lo hacía de una manera diferente. A menudo, utilizaba su don para ayudar a los demás: a recoger frutas de árboles altos, a encontrar mascotas perdidas o simplemente para llevar alegría a quienes se sentían tristes. Descubrió que su superpoder no era solo volar, sino también la capacidad de hacer sonreír a los demás y de ser un amigo valioso.

Parte 3

Los niños del pueblo pronto aprendieron que Rolo era un amigo extraordinario. No solo era capaz de volar, sino que también era amable, generoso y siempre estaba dispuesto a ayudar. A veces, Rolo llevaba a algunos de sus amigos a vuelos cortos y seguros, haciéndoles sentir por un instante la maravilla de surcar los cielos. Estas experiencias se convirtieron en recuerdos preciosos para todos. Sus padres observaban con orgullo la evolución de su hijo. Había aprendido que su poder no era algo para esconderse, sino una herramienta para el bien. La lección de compartir se había grabado en su corazón, y Rolo, el niño volador, se convirtió en un símbolo de esperanza y generosidad en su pequeño pueblo. Ya no volaba solo por la emoción de la altura, sino por la alegría de conectar con los demás. Los días en el pueblo se llenaron de risas y aventuras compartidas. Rolo aprendió que cada habilidad, por especial que sea, adquiere su verdadero valor cuando se pone al servicio de los demás. La verdadera magia no estaba solo en sus alas invisibles, sino en la bondad de su corazón y su deseo de hacer felices a quienes lo rodeaban. Así, Rolo, con su cabello castaño al viento y sus ojos llenos de alegría, demostró a todos que los superpoderes son aún más poderosos cuando se utilizan para construir un mundo mejor, un acto de bondad a la vez. Su vida se volvió una inspiradora melodía de vuelos alegres y gestos amables, resonando en cada rincón de su amado pueblo. La moraleja que Rolo aprendió, y que compartía con sus amigos cada vez que podía, era simple pero profunda: 'Los tesoros más grandes de la vida no son los que guardamos para nosotros, sino los que compartimos con quienes queremos, porque el amor y la amistad nos dan alas que ni siquiera podemos imaginar'. Y así, Rolo vivió muchas aventuras más, siempre volando alto, pero con los pies firmemente plantados en el valor de la generosidad.

Los niños del pueblo pronto aprendieron que Rolo era un amigo extraordinario. No solo era capaz de v
Final del Cuentito

Fin ✨

Detalles del Cuentito

Protagonista:Rolo
Categoría:
Tipo de personaje:
Superpoder:
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